Del riesgo a la vulnerabilidad. Bases metodológicas para comprender la relación entre violencia sexual e infección por VIH/ITS en migrantes clandestinos
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Resumen
En su origen histórico, la epidemia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) no se concebía como un problema de salud pública, pues sólo se atribuía a individuos con roles sociales que sugerían estilos de vida considerados como transgresores de la sexualidad hegemónica (heterosexual, reproductiva y monogámica). El análisis epidemiológico se sustentaba en nociones clínicas que reforzaron el estigma de grupos de población discriminados históricamente, como los homosexuales y la población afroamericana. El estudio de la epidemia basado en el concepto de riesgo dio lugar a la categoría de grupos de riesgo, con la que se explicó el fenómeno desde una óptica moral. Esta perspectiva sugería que las muertes asociadas al SIDA eran una consecuencia de las preferencias sexuales, lo que impedía el análisis de la epidemia a partir de sus componentes estructurales de salud pública. Cuando el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) pudo ser aislado e identificado como el agente causal del SIDA, la epidemiología dejo de hablar de grupos de riesgo e incorporó la noción de prácticas de riesgo. Aunque en un principio se reconoció el potencial infeccioso del VIH a través de fluidos como la sangre, el semen y el líquido cérvico-uterino, el discurso clínico mantenía la postura de que la infección dependía de las preferencias sexuales, lo que reforzaba la estigmatización de las personas infectadas. La única innovación fue la invención de la trabajadora sexual como una nueva víctima propiciatoria de la epidemia. En este momento, la epidemiología comienza a reconocer la importancia de hablar de contextos de riesgo y no de grupos o prácticas de riesgo. Sin embargo, la dinámica global de la epidemia parece reforzar la idea de que los migrantes son un grupo de riesgo emergente. Esto implica un retroceso en el avance conceptual sobre el VIH porque favorece la idea de que los migrantes representan una nueva amenaza para la salud pública y que, al igual que los homosexuales y las trabajadoras sexuales, contribuyen a propagar la epidemia. Si bien es cierto que la movilidad poblacional juega un papel decisivo en la transmisión del VIH, sobre todo en regiones con fronteras internacionales que separan a países con niveles de calidad de vida desiguales, es necesario considerar que la epidemia se propaga en contextos estructurados cultural, política y económicamente. Esto significa que las infecciones por VIH no pueden ser analizadas considerando a los migrantes como vectores epidémicos de esta dinámica. El tráfico de personas, las agresiones sexuales y el sexo transaccional, por ejemplo, son expresiones de fenómenos sociales estrechamente ligados a las condiciones estructurales de las estaciones de paso por donde transitan las poblaciones móviles. Es necesario tomar en cuenta, además, que la mundialización de la pobreza y la creciente migración son procesos ligados a la descomposición de las economías rurales locales (desastres, guerras, pobreza estructural). Es en el marco de este contexto histórico, que la relación entre migración y pobreza ha dado lugar a contextos de violencia sexual y discriminación que favorecen la propagación de VIH/ITS entre personas cuya dignidad es menos respetada. La relación entre migración internacional clandestina y VIH/SIDA ha sido poco estudiada. Con la finalidad de proponer un enfoque epistemológico distinto para esta problemática, en este ensayo se reflexiona sobre el potencial de análisis de la noción de vulnerabilidad en tanto categoría que toma en cuenta los contextos histórico, cultural, social y económico. El enfoque que proponemos cobra especial relevancia al destacar que la ruralización de la epidemia de VIH/SIDA en México está relacionada con cuatro aspectos socio-históricos: la pobreza, la desarticulación económica de las zonas agrícolas, la violencia sexual y la migración clandestina hacia Estados Unidos. La pobreza se presenta como una forma de vida del migrante que se desplaza sin documentos legales, lo que le vuelve especialmente frágil ya que se enfrenta a circunstancias en las que carece de poder social. Por lo tanto, para comprender el fenómeno de la vulnerabilidad de migrantes clandestinos es necesario incluir, además, sus historias de vida y el contexto social en que éstas ocurren.
Palabras clave:
vulnerabilidad, migración indocumentada, VIH-ITS, violencia sexual, derechos humanos