Neurobiología de las emociones morales
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Resumen
El presente trabajo constituye una revisión crítica de los fundamentos históricos y teóricos que dieron origen a la actual teoría de las emociones morales. Asimismo, se presentan los métodos de neuroimagen y los protocolos que se han utilizado para estudiar la actividad cerebral correlacionada a las emociones morales y se analiza la función de tales regiones. Finalmente, se refiere una hipótesis para integrar los procesos cognoscitivos que subyacen a las emociones morales con los resultados que han sido reportados en los estudios neurobiológicos empíricos. Según la hipótesis, el comportamiento moral estaría regulado por una representación cognitiva sustentada por una neuromatríz que requiere de la codificación de sistemas sensoriales, la activación de reacciones fisiológicas reguladas por el tallo cerebral y el procesamiento de estímulos morales y emocionales regulado por la corteza prefrontal medial y orbitofrontal. La experiencia subjetiva y la expresión motora de las emociones morales se originan en función de los intereses de la sociedad en su conjunto o de personas distintas a quien experimenta la emoción. Estas emociones se desencadenan típicamente en respuesta a la inferencia de un quebrantamiento de normas sociales. Además, se definen por una tendencia a la acción dirigida hacia el reestablecimiento de la norma social o del valor moral que se han percibido como quebrantados. Se han propuesto cuatro familias de emociones morales: 1) Emociones de condena, 2) Emociones de autoconciencia, 3) Emociones relativas al sufrimiento ajeno, 4) Emociones de admiración. Recientemente, la investigación de las emociones morales se ha tornado relevante para la formación de modelos de estudio de psicopatologías que presentan conductas antisociales, particularmente de la psicopatía o Trastorno Antisocial de la Personalidad caracterizado por la falta de empatía, la despreocupación por los sentimientos y seguridad de los demás y el quebrantamiento constante de las reglas y las obligaciones sociales. La psicopatía se ha correlacionado a disfunciones en regiones cerebrales reguladoras de los procesos cognoscitivos que vinculan la experiencia afectiva con el aprendizaje de normas sociales. En fechas recientes la investigación neurobiológica de las emociones morales se basa fundamentalmente en el registro de la actividad cerebral mediante técnicas de neuroimagen como la Resonancia Magnética Funcional y la Tomografía por Emisión de Positrones. El registro de la actividad metabólica cerebral se realiza simultáneamente con la resolución de dilemas morales, la lectura de enunciados con contenido moral y la observación pasiva o instruida de imágenes afectivas. Los resultados de estas investigaciones sugieren que las estructuras más relevantes implicadas en la cognición moral son la circunvolución frontal medial, la corteza del cíngulo, el precuneus, la corteza restrospenial, el surco temporal superior, el lóbulo parietal inferior, la corteza frontal ventromedial y orbitofrontal, el polo temporal y la amígdala. Las funciones de tales estructuras se asocian a la atribución de intencionalidad al movimiento, al procesamiento de expresiones faciales, a la atribución de estados mentales en otros (teoría de la mente), al procesamiento de contextos sociales y a la evocación de eventos emocionales. Las alteraciones cerebrales asociadas a la psicopatía, coinciden en buena medida con los correlatos de las emociones morales. Las publicaciones directamente referidas a la investigación neurobiológica de las emociones morales y elaboración de juicios abarcan un periodo reciente. Sin embargo, más allá de estos trabajos, otros estudios empíricos dirigidos al estudio de emociones, al procesamiento de empatía y a la teoría de la mente, así como a los trastornos neurológicos relacionados a comportamientos antisociales, también ayudan a una interpretación teórica de las emociones morales. Desde el punto de vista metodológico es imprescindible la elaboración de protocolos precisos fundamentados en enfoques psicológicos que otorguen confiabilidad para desencadenar una emoción moral de interés que permita definirla y diferenciar sus cualidades específicas. Asimismo, para la formulación de modelos de psicopatologías que manifiestan comportamientos antisociales se requiere una gran precisión en el diseño e interpretación de los resultados de neuroimagen.
Palabras clave:
Emociones morales, juicio moral, psicopatía, neuroimagen