El inventario de Edimburgo: Evaluación de la lateralidad cerebral en una población mexicana
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Resumen
Hay diferentes teorías para explicar la preferencia en el uso de una mano a otra. Las teorías ambientales se refieren principalmente a la utilidad de la conducta, a la hipótesis de la espada y el escudo; a la contingencia de reforzamiento y al accidente cerebral. Annett y Morgan enfatizan respectivamente la teoría genética y la anatómica. Healey, Liederman y Geschwind sugieren que la preferencia manual no es un rasgo unilateral y que el sistema neuronal que controla varios aspectos de la preferencia por una u otra mano pueden ser lateralizados independientemente. Por el contrario, gran número de investigadores, en base a sus respectivos estudios, coinciden en que la preferencia por una mano es una característica unilateral con valores que pueden ser representados por una distribución continua. Oldfield desarrolló el Inventario de Edimburgo (IE) con muestras inglesas y escocesas de estudiantes universitarios. El IE es un cuestionario breve (diez preguntas), sencillo y fácil de administrarse; útil para evaluar la preferencia manual en cocientes de lateralidad (CL), que pueden convertirse en deciles. Estos permiten darle un valor numérico a la lateralidad cerebral que varía desde la preferencia de la mano derecha a la mano izquierda. Harrell y Von Seggern, en su intento por documentar la aplicabilidad universal del IE en Estados Unidos, utilizaron el cuestionario con una muestra de estudiantes de la Universidad del Norte de Texas. En este estudio, los sujetos estadounidenses reportan una lateralidad mayor en relación con los sujetos ingleses. Estos resultados sugieren que cualquier otro grupo étnico pudiera diferir en su preferencia por usar una u otra mano con respecto al estudio original de Oldfield. Congruentemente con dichos argumentos, el presente estudio tuvo como objetivo estandarizar el IE y obtener los CL en una muestra de sujetos mexicanos. Participaron en el estudio 1,114 estudiantes de licenciatura de la Universidad de Guadalajara. Los sujetos de la muestra, 447 hombres y 667 mujeres (edad M=21.17), contestaron voluntariamente el IE. Los cuestionarios fueron distribuidos en las aulas universitarias y contestados en un lapso promedio de tres minutos. El 93.5% de los estudiantes dijo preferir usar la mano derecha. De los 72 estudiantes zurdos, el 7.5% eran sujetos del sexo masculino y el 5.8% del femenino. La validez interna del IE se verificó por medio de una correlación producto-momento de Pearson (r). Los análisis estadísticos, similares al estudio original, sugieren que los CL obtenidos en la muestra mexicana presentan una lateralidad cerebral mayor que los CL reportados en estudios anteriores. No fue objeto del presente estudio determinar la causa del aparente elevado grado de lateralización en la muestra mexicana. Es posible que algunos factores sistemáticos desconocidos influyan en los sujetos. La cultura puede promover, dentro del sistema particular de socialización, respuestas extremas o flexibles que conduzcan a diferentes grados de lateralización. El IE proporciona una evaluación global de lateralidad cerebral y tiene las mismas desventajas que cualquier otro cuestionario. Conscientes de las limitaciones metodológicas del estudio, los autores consideran apropiado recomendar el uso del IE y de los valores normativos obtenidos, cuando se evalúe la lateralidad cerebral de sujetos mexicanos.
Palabras clave:
etnopsiquiatría, neurofisiología, pruebas psicológicas, psicología, uso de las manos, inventarios, validación de la prueba, adolescencia, madurez