Salud Mental

Tratamiento farmacológico de las crisis de angustia. Reporte comparativo de la eficacia y seguridad del alprazolam y la imipramina en un estudio controlado

##plugins.themes.bootstrap3.article.main##

Carlos Berlanga
Alicia Canetti
Enrique Chávez
Juan Ramón De la Fuente
Ma. del Carmen Lara
Carlos León
Humberto Nicolini
Martha Ontiveros
Héctor A. Ortega Soto
Javier Sepúlveda

Resumen

En las nuevas clasificaciones de los trastornos de ansiedad se separó a las crisis de angustia de la ansiedad generalizada. La característica principal de las crisis de angustia es que el paciente haya tenido uno o más ataques de pánico. Este diagnóstico se acepta cada vez más entre los investigadores. Al igual que el cambio de diagnóstico, los tratamientos para las crisis de angustia se han diversificado, pues a pesar de que las benzodiacepinas convencionales no mejoran los ataques de pánico, hay una triazolobenzodiacepina llamada alprazolam, que sí es efectiva en el tratamiento de las crisis de angustia y en la agorafobia con ataques de pánico. Este trabajo tiene por objeto informar acerca de los resultados obtenidos en la muestra mexicana de la Segunda Fase del Estudio Colaboratorio Nacional sobre Pánico, comparando los resultados del alprazolam, la imipramina y el placebo, administrados a pacientes con crisis de angustia. Se planeó que el tratamiento durara ocho semanas. El protocolo del estudio pretendía alcanzar la dosis efectiva a la tercera semana. Se analizó la eficacia y la seguridad de los medicamentos al ingresar el paciente, en la línea basal, y a la primera, a la cuarta, a la sexta y a la octava semanas. Se distribuyó aleatoriamente en los tres grupos a 73 pacientes, pero sólo a 70 se les pudo evaluar. El 54% pertenecía al sexo femenino, y la edad promedio de los pacientes del estudio era de 33 años. El 89% de los pacientes que tomaron alprazolam, el 82% de los que tomaron imipramina y el 55% de los que tomaron placebo, permanecieron hasta el final del estudio. De acuerdo con los resultados, los grupos que mejoraron más fueron los que tomaron medicamentos activos (P=0.02). Al finalizar la primera semana de tratamiento, 42% de los pacientes que tomaban alprazolam, 15% de los que tomaban imipramina y 9% de los que tomaban placebo dejaron de tener ataques de pánico. Al finalizar la octava semana se observó lo mismo en el 67% de los pacientes que tomaban imipramina, en el 52% de los que tomaban alprazolam y en el 42% de los que tomaban placebo. La Escala Global de Mejoría Aplicada por el Médico, mostró algunas diferencias entre los grupos durante las dos primeras semanas de tratamiento (P=0.01). Al finalizar el estudio, los pacientes que tomaban imipramina y alprazolam habían mejorado más que los que habían tomado placebo (P=0.001 y P=0.002, respectivamente). Estos resultados se obtuvieron con una dosis media de 4 mg. de alprazolam al día y con 150 mg. de imipramina al día. Nuestros resultados son similares a los encontrados por el Estudio Colaborativo Nacional. Los dos medicamentos fueron más efectivos que el placebo a lo largo de las ocho semanas. El alprazolam fue mejor aceptado por los pacientes y su eficacia inicial fue más rápida, pero al finalizar el estudio, la imipramina mostró tener la misma eficacia. En general, los dos medicamentos fueron igualmente tolerados. Ninguno produjo efectos adversos. Sin embargo, los pacientes que tomaron alprazolam experimentaron más sedación y problemas motores, mientras que los pacientes que tomaron imipramina tuvieron trastornos en el sueño y aumentaron de peso. Cuando el médico se ve ante la necesidad de decidir sobre la mejor manera de tratar a los pacientes que padecen crisis de angustia, deberá tener presente la notable evidencia de la eficacia de estos medicamentos.
Palabras clave:
angustia, clasificación, farmacología, psiquiatría clínica, trastornos afectivos, alprazolam, terapia farmacológica, imipramina, trastorno de pánico, madurez, estudios multinacionales