Los alcohólicos hoy

Resumen

En una sociedad relativamente permisiva frente al alcohol, los individuos penetran muy pronto, en el momento de su adolescencia, en un ciclo de alcoholización. La emergencia del fenómeno de la toxicomanía en los años 1970, ha relativizado el problema del alcoholismo. Sin embargo, si bien no todos se convierten en enfermos de alcohol, un gran número no salen indemnes de ese encuentro. Para el público, la manera de beber tiene más importancia que las cantidades consumidas y se reprocha más al alcohólico la incidencia que supone exhibir su fisiología que su pérdida de control. El alcohólico es tranquilizador para el grupo al que demuestra las virtudes de la abstinencia, pero, a la par, inquieta al obligarnos a considerar claramente los peligros que nos amenazan. El que bebe parece organizar su consumo como si fuera un amplio dispositivo para evitar cualquier relación con el prójimo, pero, sin embargo el intercambio con el prójimo es lo que caracteriza la existencia humana. La alcohología contemporanea es más atenta que en el pasado a la personalidad del enfermo de alcohol. La existencia de tratamientos fisiológicos eficaces permite frecuentemente retardar la aparición de las complicaciones somáticas. Es indispensable el tratamiento psicológico y conductual del paciente. Hay que acostumbrarse a la idea de que los grandes consumidores de alcohol no son solamente enfermos sino sujetos cuya vida entera está enferma.