Las premisas histórico-socioculturales y la salud mental
##plugins.themes.bootstrap3.article.main##
Resumen
Estudios previos han demostrado el importante papel que juegan las premisas socioculturales en relación con el desarrollo cognoscitivo y de la personalidad de sujetos mexicanos de diversas edades, sexo, nivel socioeconómico y otras características. En el presente estudio se buscó determinar si el grado de calificación de los sujetos, en este caso hombres y mujeres de preparatorias oficiales y privadas, se relacionaba con su salud mental. Para tratar de alcanzar este objetivo había, antes que nada, procurar definir de manera intelegible el concepto de salud mental y luego buscar operacionalizar siquiera algunas de sus características. En un artículo publicado en 1952, Díaz-Guerrero buscó determinar la salud mental de grandes grupos, abocándose a esta tarea. Parte de los conocimientos de psicología y de las contribuciones de grandes personalidades y llegó a la conclusión de que el grado de salud mental de personas y grupos podría medirse de acuerdo a dos conceptos fundamentales: el de "rigidez" y el de "plasticidad". Por plasticidad se entendió: a) el grado de habilidad (%) que un individuo o grupo tiene para ver, entender y aceptar los puntos de vista de otros individuos o grupos (concepto afín: tolerancia); b) el grado de objetividad o imparcialidad (%) con que el individuo o grupo ve su propio punto de vista, sus necesidades o sus acciones (conceptos afines: objetivación del yo y evitación del uso inmoderado de los mecanismos de defensa); c) el grado de habilidad (%) para ver, entender y aceptar proyectos de realización futura que redunden finalmente en el mejoramiento material y "espiritual" del individuo y de la sociedad (conceptos afines) habilidad para retrasar la satisfacción de impulsos y motivos -delay of reward- el principio de realidad freudina); d) el grado de salud mental (%) medido por el número de síntomas incapacitantes o molestos; e) el grado de constricción de la conducta (y de situaciones conflictivas y frustrantes) provocado por ideales y normas socioculturales (concepto afín: la dinámica yo-super yo); f) el grado de ignorancia y animísmo (concepto afín: la identificación korsybskiana). Por "rigidez" se entiende precisamente lo contrario. Se consideró que las escalas para medir estos conceptos desarrolladas en 1952 no eran adecuadas para los presentes propósitos. Después de varios estudios piloto se logró construir cuatro escalas con significativa y suficientemente alta correlación item-escala para los criterios de Tolerancia, Objetividad, Síntomas e Ignorancia y Animismo. Con esto se operacionalizó la variable dependiente del estudio: aspectos de salud mental. La operacionalización en 1986 de las Premisas Histórico-Socioculturales (PHSCs) constituyó la variable independiente. Ambas medidas fueron estudiadas por 200 estudiantes preparatorianos de ambos sexos, igualmente divididos por sexo y tipo de escuela. Se realizaron correlaciones de Pearson para cada uno de los subgrupos entre las PHSCs y cada escala de salud mental. Al analizar los resultados se encontró que todos, excepto uno de los factores de PHSCs, muestran correlaciones significativas, aunque no para todos los subgrupos, con la intolerancia, subjetividad, síntomas e ignorancia. Sólo la obediencia afiliativa, que factiblemente, en su faceta de afiliación encierra los aspectos de positiva salud mental en la cultura mexicana, o no correlacionó o tendió más bien a correlacionar negativamente con la subjetividad, etc. Respecto a las escalas de salud mental, la subjetividad mostró 13 correlaciones con las PHSCs, la intolerancia 12, la escala de síntomas 9 y la ignorancia sólo 6. En muy raros casos existe relación entre apoyar a las PHSCs y creer en hechicerías, horóscopos y soluciones mágicas. Al observar los resultados para los subgrupos, son los jóvenes de la preparatoria privada los que presentan menor salud mental cuanto mayor sea su respaldo a las PHSCs. Parece que si se tiene dinero y se es fanático de la cultura tradicional, se es muy intolerante (en los términos de la escala), se tienen más síntomas y se es más subjetivo que los coetáneos. Estos jóvenes muestran 11 correlaciones y la mayor de todas (0.51) y en total más del doble que los otros grupos. En un lejano segundo lugar aparecen los varones de la prepa oficial y las mujeres de la prepa privada con cinco correlaciones respectivamente y en cuarto lugar las jóvenes de la prepa oficial. En estos grupos hay relativamente poca relación de las PHSCs con la salud. Cuando la hay es con síntomas e ignorancia. Desde un punto de vista de investigación básica, lo más interesante de estos resultados es que confirman para la salud mental, el postulado de la Etnopsicología mexicana de que las PHSCs deben mantener relación con multitud de otras variables en el Ecosistema humano mexicano.
Palabras clave:
cultura, psiquiatría social, psiquiatría transcultural, salud mental